No cabe duda de que una de las dificultades de la ciencia lingüística es su problemática maraña terminológico-conceptual. Tales escollos se agravan aún más en una disciplina como la semántica, en la que, lejos de sentar ejemplo de consistencia y precisión verbal, se advierte paradójicamente una serie de hechos que contradicen las finalidades básicas de los metalenguajes científicos, por lo que se requiere, de forma especial, una continua clarificación de las distintas acepciones terminológicas consignadas por sus diferentes nociones conceptuales. En la presente comunicación, llevaremos a cabo un estudio de los valores “significativos” que los términos clásico, histórico, tradicional, preestructural y general han adquirido en la historia de la semántica, en cuyos conceptos se mezclan todo tipo de disquisiciones teóricas, aspectos metodológicos, perspectivas de análisis y tendencias o etapas historiográficas específicas de la disciplina.